A mis papás


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La verdad es que no puedo sentirme más feliz por ser hijo de mi papá. El que me haya tocado él, definitivamente es un evento universal que demuestra que los milagros sí existen. Las circunstancias nos mueven de forma extraña en este paso por la vida, pero hay cosas que a pesar de los cambios, muchos de ellos inesperados y realmente no deseados, permanecen fijas, detenidas en el tiempo. Enseñanzas (a veces «reforzadas» por necesidad y para afianzar el aprendizaje), ejemplos, exigencia de ser un hombre de bien… Los recuerdos es difícil que desaparezcan, y yo me esfuerzo en mantenerlos vivos. No soy más que el producto de un amor ente dos personas, con la misión de mantener vivo ese amor, ahora con y para mi familia. Jamás podré llegar a ser como mi papá, pero me mantendré en el camino, por más difícil que sea, con el norte de alcanzarlo en sabiduría, paciencia y comprensión.

primeros_dias_0002Y, afortunadamente, puedo decir con mucho orgullo que también hay otros papás por y con quienes celebrar este día. Mi Padrino, siempre, siempre conmigo, y mi suegro, quien bastante paciencia tuvo (y sigue teniendo) desde hace mas de 20 años (y sobre todo en los primeros).

Ahora, es mi hija la que me abraza y me felicita por mi día, y me hace recordar ese gran compromiso que tengo de ser como estos padres que la vida me ha dado para ella. De que jamás se sienta sola, de que tenga la confianza de encontrarme aún cuando no me busque o necesite, y que a pesar de los cambios por los que la vida nos haga pasar, que siempre, siempre, estaré allí para ella.

FELIZ DIA DEL PADRE!

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